Nuevo extracto de la novela Star Wars: Brotherhood escrita por Mike Chen

Nuevo extracto de la novela Star Wars: Brotherhood escrita por Mike Chen



El sitio Polygon tuvo la oportunida de hablar con el autor de la novela Star Wars: Brotherhood, Mike Chen, quien platicó sobre lo emocionante que ha sido escribir este libro que se ubica en el periodo inicial de Las Guerras Clon:

"La era de la precuelas es mi período de tiempo favorito en Star Wars, y la serie The Clone Wars quizá sea mi pieza favorita de los medios de Star Wars. Documentar la transición entre Anakin y Obi-Wan de una relación espinosa como maestro/aprendiz, a un equipo fraternal como lo ves en Clone Wars, hace de Brotherhood un verdadero proyecto de ensueño”. - Mike Chen, autor de Star Wars Brotherhood

Polygon también tuvo acceso a un extracto de la novela, facilitado por la propia editorial Del Rey. Que a continuación dejo traducido:


"Ahí estás", exclamó Obi-Wan.

Justo antes de hablar, observó a Anakin solo, pero permaneció en silencio. El comedor Jedi estaba casi vacío, tan vacío que Anakin debió pensar que nadie se daría cuenta si cambiaba la configuración de las holopantallas de una lista continua de horarios y menús a una carrera de pods de algún mundo remoto. Esperó hasta que Anakin terminara y se acomodó en su asiento, una simple sopa de verduras estaba en la bandeja frente a él, dándole a su antiguo aprendiz varios segundos para disfrutar de su configuración antes de irrumpir.

Mientras tanto, Obi-Wan aprovechó el tiempo para considerar la escena que tenía delante: Anakin tratando de romper las reglas para satisfacer sus deseos personales. Aquí, aun era algo menor. No hace mucho tiempo había sido más drástico con él, y un solo recuerdo pasó rápidamente, resumiendo las preocupaciones de Obi-Wan en unas pocas palabras: "¡Serás expulsado de la Orden Jedi!"

Se lo había gritado a Anakin cuando el viento golpeó sus ojos y su cañonera se elevaba sobre Geonosis. en respuesta, Anakin le gritó. "¡No me importa!"

Pero el problema era que a Anakin sí le importaba. Le importaban muchas cosas, incluidas las carreras de pods, eran tantas que Obi-Wan sentía que a menudo era el 'acelerador' de Anakin, asegurándose de que Anakin no fuera tan rápido que perdiera el control. Ahora, sin embargo, eran compañeros en lugar de maestro y aprendiz, en una guerra que cortó ese vínculo protector y dejó a Anakin siguiendo sus instintos y su pasión.

"Maestro", dijo Anakin, poniéndose de pie tan rápido que sus rodillas golpearon la mesa, la sopa en su tazón se derramó en reacción. Obi-Wan notó el sutil gesto que hizo Anakin detrás de él, cortando la energía de la holopantalla con el movimiento de un dedo. "Me estaba poniendo al día con las noticias de Cato Neimoidia y..."

"Está bien", dijo Obi-Wan, agitando la mano como si estuviera haciendo un truco mental, aunque en este caso simplemente calmó la sopa para que no se derramara más. “Tal vez se podría negociar la paz si todos viéramos deportes y bebiéramos cerveza juntos. En realidad, he venido a hablar contigo sobre tu próxima tarea de mañana".

Anakin miró a Obi-Wan, un ceño muy leve se formó en su boca antes de volver a su posición natural. "¿Mañana? Pensé que estaría embarcado en dos días para supervisar la entrega de ayuda a Langston".

Una respuesta muy estratégica se formuló en la mente de Obi-Wan. “Oh, todavía lo estás. Pero la de mañana es local. Su cabeza se inclinó muy levemente, midiendo la respuesta de Anakin. "No debería interferir con nada de lo que hayas planeado".

"Vaya. Quiero decir..”, comenzó Anakin antes de voltear la mirada hacia donde estaba la proyección holográfica del comedor. “Los Caballeros Jedi más nuevos nos reuniríamos con el Canciller mañana, eso era. No quería perdérmelo".

“Anakin, puedes ver la retransmisión de un torneo de carreras de pods en cualquier transbordador o transporte. Si sabes cómo hacerlo.” Obi-Wan habló con una precisión específica, algo igualmente diseñado para desarmar y al mismo tiempo profundizar un poco más. Hizo una pausa, dejando que Anakin tomara un sorbo de su sopa antes de pasar a un nuevo tema, algo igual de táctico. “Oh, ¿te dije que ayer me encontré con la senadora Amidala en el Templo? Parece que ella y algunos otros senadores están de acuerdo con que los Jedi aprovechen la oportunidad para dialogar en Cato Neimoidia. No la había visto desde Geonosis, a pesar de todo sigue viéndose prácticamente igual".

Anakin se levantó nuevamente, con un movimiento cuidadoso que esta vez evitó cualquier colisión con la mesa. Luego se arrodilló hacia la terminal de acceso del holoproyector, con el rostro completamente oculto. “Si te la vuelves a encontrar, dile que le mando saludos. Un segundo.." —dijo, jugueteando con los ajustes. “No puedo dejar que nadie sepa que estaba viendo una carrera de pods. Entonces, ¿escuché que te vas a Cato Neimoidia mañana?

"Las palabras viajan rápido".

"Sabes que debería estar allí contigo". Obi-Wan había escuchado variaciones sobre esa afirmación antes, y en algunos casos venía con la insinuación de que Anakin se consideraba a sí mismo más poderoso, más capaz, la solución obvia. En este caso, sin embargo, su voz, su postura, la preocupación en su rostro, todo parecía auténtico, una madurez inesperada. Qué interesante cambio de actitud.

“Así lo preferiría yo. Pero debemos prestar atención a las advertencias del Conde Dooku. Ha acorralado hábilmente a los Jedi. Debo ir yo mismo". La incomodidad de Anakin ante la idea pintó toda su expresión, un silencio sepulcral, como si el joven estuviera tratando de romper la situación. “Aunque estoy seguro de que a la Federación de Comercio le hubiera encantado escuchar tu opinión sobre las mejores  carreras de pods de la galaxia. Tal vez incluso podrías haberles contado sobre tus pilotos favoritos”, dijo, permitiendo que se mostrara una sonrisa.

Anakin le devolvió la sonrisa, construyendo un puente entre los dos, tal vez incluso un reconocimiento silencioso de su estatus igualitario. Al menos eso rompió la tensión. "Ojalá..", comenzó antes de que su voz se apagara. Llegó otra ola de emoción, Obi-Wan sintió como una ola de una mezcla compleja de sentimientos. . . ¿Era eso arrepentimiento?

"Ojalá el Maestro Qui-Gon pudiera vernos ahora". Anakin a menudo ponía nervioso a Obi-Wan, a veces con su valentía, a veces con su terquedad, a veces con la forma en que la valentía y la terquedad siempre lograban lo imposible. Pero esto fue una sorpresa.

Apenas Anakin le mencionó a Qui-Gon a Obi-Wan. ¿Cuánto le ocupó sus pensamientos el Maestro Jedi asesinado? "Lo siento, Maestro, no debí-"

"Él estaría orgulloso de ti", dijo Obi-Wan, con una sinceridad pura en su voz. La creencia de Qui-Gon,  de que Anakin era el Elegido, fuese cierto o no, era difícil de discutir con los logros de Anakin. Su fe en él será recompensada.

Se sentaron en silencio durante varios segundos, ambos estaban en silencio, el único sonido era de los cubiertos y los platos al otro lado del comedor. Finalmente, Anakin empujó las cosas hacia adelante. Como siempre lo ha hecho. “Realmente debería volar a Cato Neimoidia contigo. Como apoyo. No confío en Dooku. ni en la Federación de Comercio. O en los neimoidianos en general."

"Eso no está dentro de los parámetros de la misión, desafortunadamente".

Anakin soltó una risa tranquila y luego negó con la cabeza. "Espera un minuto. ¿Me estás diciendo que los Caballeros Jedi todavía siguen todas las reglas? Pensé que eso era algo que les decían a los padawans para mantenernos bajo control".

"Ciertamente. De hecho, creo que la vida como Caballero Jedi te resultará mucho más fácil si te apegas a las reglas. La improvisación tiende a traer solo problemas. Hablando de eso..." Obi-Wan se iluminó, y de repente se encontró tratando de contener las ganas de reír, "Deberías tener un plan para mañana".

"¿De qué va esta misión misteriosa?"

“Es algo mucho más desafiante, mucho más exigente emocionalmente que una simple negociación, pero es un rito de iniciación, algo grabado en el cinturón de cada Jedi”. El rostro de Anakin se arrugó con curiosidad, y Obi-Wan supo que tenía a su joven compañero exactamente donde lo quería. "Debes reunirte con los jóvenes y transmitirles tu sabiduría".

La risa de Anakin resonó en la habitación casi vacía, lo suficiente como para llamar la atención del grupo de padawans en la esquina más alejada. "Está bien, en serio, ¿cuál es la tarea?"

"Anakin", dijo Obi-Wan, colocando una mano sobre su hombro. "Hablo completamente en serio contigo".

Los ojos de Anakin se abrieron y comenzó a sacudir lentamente la cabeza. "No, no puedes hablar en serio".

“Me temo que si. Y esto no puede ser solo sobre técnicas de sable de luz o manipulación física de la Fuerza. Debes enseñarles la sabiduría que has reunido en tu camino de Padawan a las pruebas. Y…" Obi-Wan se mordió el labio para no reírse. “—Debes responder a sus preguntas. Todas ellas."


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